EL GORRION Y LA JILGUERA


Un gorrión se ilusionó
de una jilguera esmeralda,
y la esperaba piando
a la salida del alba.

La traía en su pico
una golosa lombriz,
y la jilguerilla al verlo
se sentía muy feliz.

Pasaron la niñez
jugando entre los pinos,
haciendo mil piruetas
por todos los caminos.

Pasó el tiempo muy deprisa
y llegó la adolescencia,
y el gorrión se enamoró
de ese jilguera tan bella.

Pero a veces el amor
no es como uno lo quiere,
un buen día apareció
un jilguero muy valiente.

El gorrión tenía un color
medio gris, medio pajizo,
pero aquel bello jilguero
tenía muy bellos colores
desde la cola hasta el pico.

Y lo que tenía que suceder
sucedió una mañana
cuando el galán del jilguero
a la jilguera cantaba.

El gorrión no sabía cantar,
solo piar y piar,
y la jilguera se enamoró
de aquel jilguero cantor.

Y es que a veces el amor
a pesar de los pesares,
se marcha como un ciclón,
y lleno de tempestades.

El gorrión cada mañana
iba a la salida el alba
a recordar a ese amor
que se fue una madrugada...

0 comentarios:

Publicar un comentario